El portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gerry Rice, en una declaración, insistió este jueves en que no existe ningún tipo de condicionantes para otorgar a Bolivia el Crédito de 327 millones de dólares, destinados para la lucha contra el COVID-19 en Bolivia.

“No hay condicionalidad asociada (al crédito) y nuestra asistencia de emergencia está dirigida a apoyar ese esfuerzo y fortalecer el gasto requerido en medidas médicas y de socorro. Ese es el objetivo”, sostuvo el representante del FMI.

Para el organismo internacional, el esfuerzo del Gobierno boliviano en la lucha contra la Covid-19, desde el inicio de la pandemia, es “destacable” por ello canalizó los recursos económicos dentro el paquete de asistencia a 70 países, a los que ya concedió fondos de urgencia.

Por su parte el Ministro de Economía y Finanzas Públicas José Luis Parada, advirtió hoy que los dos tercios de la Bancada del MAS en la Asamblea Legislativa, estarían intentando ahogar al Gobierno de Jeanine Añez rechazando el crédito de 327 millones de dólares del FMI; este organismo internacional aclaró en las últimas horas que este préstamo, es sin condiciones.

Las declaraciones las da el representante del FMI, luego de que en Bolivia, la comisión de la Cámara de Diputados, haya rechazado dicho crédito por no cumplir con los documentos técnicos que avalen que no existen condicionantes, como un contrato, puesto que aseguran que monto tan elevado necesariamente debe contar con esos documentos.

Tanto el FMI como el Banco Mundial (BM) ordenaron el 2003 al expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada aplique el impuestazo y gasolinazo "supuestamente" para que no exista un déficit fiscal, provocando, con esas acciones el enfrentamiento entre efectivos de la Policía y FFAA y la muerte de aproximadamente 60 personas en el denominado febrero rojo.

También el FMI en esos años presionaba al exmandatario Gonzalo Sánchez de Lozada para que proceda a la venta del gas boliviano a los EEUU mediante puertos chilenos, sopretexto de que ello incidiría de manera positiva en la crisis económica del pais; sin embargo el mismo llevó a la crisis social y política y a la reacción del pueblo boliviano en el año 2003, en la denominada guerra del gas.

El año 2007 el presidente Evo Morales oficializó, a una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI), su rechazo a cualquier ayuda financiera condicionada, donde tras una reunión con representantes del FMI, les dijo sin “ningún miedo que nunca más condicionen. Si quieren ayudar que ayuden pero incondicionalmente".